La actuación en la calle de la Reina, viene condicionada por su situación de límite-unión, entre dos partes de la ciudad con un carácter diferenciado, marcado por la trama urbana.
Abarca desde la ya reformada Plaza Muñoz, hasta el inicio de la calle Almanzor.
Con este principio, se pretende crear un eje de entendimiento entre estos dos barrios, que responda a los siguientes criterios.
ANTECEDENTES
La calle de la Reina transcurre paralela al antiguo límite histórico que suponía la muralla califal de la antigua al-Mariyyat, datada en el siglo X, siendo el límite entre la aL-Madina y la al-Musalla.
Este antecedente histórico nos invita a reconocer la calle de la Reina como un punto de confluenciencias de flujos de entrada y salida, a la vez que punto de encuentro entre mercaderes y marchantes.
Por otro lado, las políticas frente a la contaminación y el cambio climático que se están llevando a cabo en las grandes ciudades, nos llevan a pensar una ciudad más amable para el peatón y el ciclista, donde el transporte público toma ventaja frente al transporte privado.
La evolución más contemporánea de la calle de la Reina, ha sido de acercamiento a estos antecedentes, donde el peatón toma prioridad, creando una calle más amable para su disfrute.
ESTRATEGIAS
El entendimiento de la calle de la Reina como punto de conexión, frente a la idea de límite que lleva implícita, nos hace pensar en una idea que sirva como elemento elemento de costura.
Esta idea lleva consigo unas estrategias de unificación.
Unificación de acerados y pavimento, tal y como ya se ha llevado a cabo en la Plaza Muñoz, haciendo que éstos también se desarrollen en las calles adyacentes. Generando así, el carácter de unificación que se pretende con la actuación.
Creación de un paseo peatonal, que de lugar a espacios para el estar, el paseo y el tráfico motorizado (siempre intentando priorizar el transporte público). Para ello, es necesario la introducción de vegetación, donde el ancho de la calle lo permita; sombrajes artificiales que ayuden a esa vegetación a dar cobijo en los días más calurosos; además del agua, como elemento que genere un ambiente agradable.
No nos podemos olvidar de los elementos de descanso, así como de alumbrado y de recogida de residuos.
Dentro del concepto de unificar, también entraría el aspecto de reconocer, por lo que se debe de pensar también una una señalética que ayude a reconocer como propios a los vecinos cada uno de los puntos característicos de este recorrido.