La actuación llevada a cabo, ha sido la de adaptación de un local existente prácticamente diáfano a clínica de fisioterapia.
A través de la introducción de elementos de tabiquería, que juegan con su geometría en planta, conseguimos que el espacio se adapte a su nuevo uso. Esta nueva tabiquería, conformado por paredes de cartón-yeso y grandes cristaleras, son las que se llenan de color y texturas para darle un nuevo carácter a lo ya existente.
El uso del color como elemento unificador, se ha llevado hasta la fachada, donde a través de elementos de rotulación se muestra como el cambio más radical.
La conversión de un local sin uso, con una mínima inversión, da lugar a un espacio, que a través de la colocación de un mobiliario sobrio, genera un ambiente agradable, donde sentirte arropado