La reforma integral de un local de estas características comienza por la búsqueda de una identidad propia, que recoja toda la experiencia acumulada por esta empresa durante sus más de 20 años de existencia.
La búsqueda del confort de los usuarios pasa por una elección de materiales, que se adapten a las actividades que se van a realizar, así como por una reorganización de todos los elementos de sala.
Podemos dividir la actuación en tres elementos diferentes, sin perder la unidad entre ellos, como pueden ser la sala, los vestuarios y la fachada.
En la sala de máquinas, se ha eliminado el falso techo existente, así como los recubrimientos de ladrillo de los pilares, además se han abierto grandes ventanales hacia el exterior, de esta forma, lo que conseguimos es un espacio amable, donde la iluminación natural exterior y la gran altura actual genera un espacio mucho más amplio.
La segunda actuación pasa por la reforma total de los vestuarios, donde se ha optado por colores neutros y materiales naturales, generando un espacio íntimo, donde los usuarios disponen de todas las comodidades.
Como elemento diferenciador, pero a la vez unificador de todo el local, se encuentra la fachada. En este caso se ha optado por utilizar cantos rodados, que generan esa unidad, pero diferenciándola del contexto en el que se encuentra. La colocación de la rotulación, genera un punto de entrada llamativo, que ayuda al usuario a encontrar su paso.
De forma general, se ha optado por la implementación de los colores de marca, ayundando así a la creación de una imagen de conjunto. Dando lugar a espacios donde lo importante es la comodidad del usuario.